“Buenos Aires es la capital de un imperio que nunca existió.” dicen que dijo André Malraux. No lo consideramos
despectivo. Porque hay una práctica imperial en esta ciudad, ir, ver
y traer. Nos trajimos un pedazo de muchos rincones del mundo. Y así los
barrios se suman, se confunden, estamos acá claro, pero también en Paris, en
Madrid, en Londres. Buenos Aires recibe a todos y no tiembla, los integra
pero no pierde ni por un segundo su identidad profunda.
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